SON SEGUROS LOS TRATAMIENTOS DE BÓTOX?
La toxina botulínica se utiliza des de hace más de 30 años . Su uso inicial fué médico, para tratar contracciones involuntarias de los párpados, el blefaroespasmo, que impedía cerrar los ojos. Por casualidad, se observó que además de mejorar esta alteración, los pacientes agradecían un efecto secundario asociado: reducían las arrugas alrededor de los ojos y el entrecejo.
También con fines curativos, se usaba a grandes dosis para contracturas dolorosas en cuello, las llamadas ¨distonías cervicales¨que afectaban incluso a niños y mejoraban con botox, a dosis mucho más altas que las usadas en estética e incluso en estos casos los efectos adversos eran poco habituales.
Con esta experiencia de muchos años, con dosis altas en algunos casos, y con pocas complicaciones, podríamos afirmar que el uso del Botox en estética resulta considerablemente seguro.
Hay algunas enfermedades poco frecuentes, en las que no se puede realizar el tratamiento, principalmente en aquellas en las que el impulso neuromuscular no es bueno, como la miastenia. También durante el consumo de algunos medicamentos, y por supuesto durante el embarazo y la lactancia. Son muy raras las reacciones alérgicas, que se expresan como una inflamación que suele desaparecer espontáneamente.
Ya vemos que los efectos secundarios indeseables son pocos.
Otro tema sería un resultado insatisfactorio. Esto ya puede ocurrir en más ocasiones, y por eso siempre hacemos incapié en la importancia de acudir a un especialista con buen conocimiento anatómico:
La inyección de toxina botulínica en el músculo inapropiado, al paralizarlo, puede producir un defecto estético y de función importante:
Si en lugar de inyectarlo por ejemplo, en el músculo lateral causante de las patas de gallo, se llega al músculo elevador del párpado, este dejará de funcionar, cerrando el ojo. O si el producto llega a los músculos zygomáticos , que permiten movilizar la boca y sonreír, la boca quedará torcida.
En manos de un profesional acreditado, esto no debe pasar. En los peores casos, siempre será un defecto transitorio, y el músculo y su expresión, se acabarán recuperando.
La dosis también debe ser la adecuada. A veces es preferible dejar alguna arruga, y que los pacientes mantengan cierto movimiento y expresión en su rostro.
En cualquier tratamiento estético, se debe priorizar la naturalidad.
En la consulta correcta, es excepcional un problema o mal resultado con el Botox. Resulta un tratamiento cómodo para el paciente y muy efectivo. Reduce muchísimo las arrugas del tercio superior de la cara, relaja la zona frontal y rejuvenece la mirada.
El objetivo del médico o cirujano que lo aplica debe ser mejorar al máximo, sin cambiar la expresión ni la naturalidad del rostro, dando luminosidad a la mirada.