Los párpados superiores se operan habitualmente con anestesia local. Es una intervención que puede durar menos de una hora, eliminando la piel sobrante que suele ser muy abundante, y buscando siempre la grasa por debajo, que es el que da la sensación de peso y cansancio en la mirada.
Cuando tratamos también los párpados inferiores, ya precisamos la colaboración del anestesista. Una anestesia local sería molesta y es preferible una sedación o anestesia general para que el paciente se encuentre cómodo. Una vez dormido, se resecan las tres bolsas inferiores, que son las que producen el abultamiento del párpado.
Para que la forma del ojo, la naturalidad y la expresión se respeten (es lo que todo paciente solicita y resulta básico mantener) la cantidad de grasa que se elimina debe ser justa y prácticamente no se puede sacar nada de piel.
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