Las anomalías o enfermedades que afectan a la mama, creando asimetrías pueden ser traumáticas para muchas mujeres. Por ejemplo, en el desarrollo de chicas jóvenes, puede pasar que un pecho se desarrolle más que otro, creando una diferencia que en algunos casos es importante.

Aunque no suele ser una enfermedad, la paciente que está en desarrollo físico y psicológico, lo vive de una manera traumática, afectando en muchas ocasiones su actividad diaria, deportiva y de relación con otras personas.

En casos congénitos muchas veces hay que tratar ambos pechos: colocar una prótesis en la mama más pequeña y remodelar la contralateral o bien dos prótesis de diferentes tamaños.

En mujeres de más edad, la asimetría puede hacerse más visible después de cambios hormonales o de peso. También por cirugías previas en las que algún tumor ha hecho necesario resecar una porción de sí. En estas pacientes suele ser suficiente una reducción de la mama más grande para solucionar la diferencia